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Nací en una y en otra me moriré...

Bolsa de alumbramiento (Nacimos dentro de una…)

Bolsa de nacimiento como la llaman los especialistas, “El liquido amniótico es imprescindible para el desarrollo completo del feto, y es que de primeras le mantiene flotando lo que permite un crecimiento perfecto, ya que si se apoyase en una superficie, cogería la forma de ésta. También protege al bebé de lesiones externas, por ejemplo golpes. El líquido amniótico hace que el bebé no se dé golpes fuertes con las paredes, o del sonido, hace que el sonido se transmita más lentamente. Permite también que los pulmones u otros órganos se desarrollen en perfectas condiciones” (www.3mbarazo.com/.../), es la misma bolsa donde estamos contenidos por largos meses; unos menos, otros más; preparándonos para aplicar las reglas de adaptación y supervivencia en el mundo que se encuentra en preparativos para nuestra llegada. Ella, la bolsa, nos contiene y nos protege, nos calienta, nos alimenta, nos procura y nos acompaña; mientras se desarrolla cada uno de nuestros huesos, de nuestros órganos, sistemas, uñas, vellos, cejas, sonrisas, bailes y sueños, muchos sueños… Nos arrulla y nos consuela en las noches de pesadilla y llanto y a través de ella se traspasan las ondas de sonido que nos permiten escuchar las voces, los gritos y los cantos; aquellos cantos en los que mamá nos expresa lo feliz que es por saber que existimos… ¿también en el exterior será una bolsa la que nos proteja?




Bolsa de batalla (para sobrevivir…)

Sorprende darse cuenta de lo indispensable que resulta ser el bolso que nos acompaña desde que nacemos y por los primeros años de nuestra vida, mismo que contiene todo lo que nos permitirá ser felices y estar seguros, todo lo que nos mantendrá limpios, abrigados, alimentados, consentidos, apapachados, consolados, divertidos; contiene los medios que nos ponen en contacto con lo primero que descubrimos a nuestro alrededor como las caricias tibias de mamá, lo dulce de los postres, el ruido extraño de la sonaja, los colores divertidos de los pañales, el olor de las toallitas húmedas…todo está contenido ahí, olores, sabores, texturas, sonidos, colores, caricias, llantos, felicidad, tristeza, frio, calor, experiencia, conocimiento. Nuestra “pañalera” de viaje se vuelve tan indispensable que de ser olvidada muy difícilmente podríamos sobrevivir. ¿La supervivencia puede asegurarse con lo que pueda ser contenido en una bolsa? Como es mencionado en (ellibrogordodepetete.wordpress.com/.../) “Aunque en la antigüedad los romanos o griegos también usaban bolsas para transportar alimentos o útiles, la primera cartera escolar data de la época medieval en Italia, entre los siglos XIV y XV y recibía el nombre de escarcela. Una escarcela era una pequeña bolsa que se llevaba atada al cinto y tenía muchas formas y dibujos, como nuestras mochilas escolares de hoy, que las usamos para llevar los libros, para ir de excursión, para llevar la ropa deportiva o incluso para llevar a los bebés cerca de nosotros.


Mochila canguro (El primer amigo…)

En un principio mamá elige lo que portará nuestra bolsa de viaje, lo que considera que es importante para que triunfemos en un día de batalla, pero con el paso del tiempo somos nosotros los que decidimos las armas que portaremos o simple y sencillamente lo que nos hará felices por dotarnos de seguridad y un sentido de pertenencia que por primera vez experimentamos; el sentirnos dueños de algo. Y somos celosos de nuestra bolsita, porque en ella portamos nuestro más grande tesoro, por el que daríamos la vida, a nuestro primer amigo, cómplice, confidente y compañero; no habla, pero siempre nos escucha; no huele, pero su olor es parecido al nuestro; no canta , pero nos gustan las mismas canciones; no come , pero dentro de él escondemos nuestros dulces, no llora pero su espalda es tan suavecita para secar nuestras lágrimas; no sueña, pero siempre compartimos nuestros sueños con él; y es en una bolsa donde lo podemos llevar incondicionalmente a nuestro lado. Cuando uno crece ¿se podrá llevar a los amigos tan cerca como en una mochila?, así podríamos tenerlos por siempre. Como las “mochilas anatómicas” de Javier Pérez (Fotografía. 1994 ,estudioberlin.blogspot.com/2008_03_01_archive...)



Bolsa confianza (El respeto contenido…)

La confianza que pueden otorgar los objetos es parte de lo que posteriormente va formando la identidad de aquel que los posee. Todo parece confuso y un guía vuelve a tomar la decisión acerca de lo que es realmente importante para llevarlo siempre con uno; portar una biblia, un manual, un instructivo etc., en la bolsa resulta ser de lo más acertado para los que cree que la estabilidad espiritual debe procurarse según las leyes de lo divino y aquel que se percata de la presencia de una persona con convicción a partir de lo que proyecta, sabrá que el respeto deberá ser demostrado. El contenido de una bolsa en ocasiones puede encausar el sentido y las buenas o malas intenciones de las relaciones entre las personas y el trato para con el otro. ¿En verdad un objeto me hace más o menos vulnerable? Y relaciono lo anterior con una frase de Maria Eichhorn.(2006)“ Las cosas no son objetos estáticos, representas procesos sociales e institucionales y están sujetas a un cambio continuo, incluso en la forma de ser definidas”



La mochila exploradora (Encontrarse a uno mismo…)

En la adolescencia, la rebeldía se impone y la necesidad de encontrarse con uno mismo cada vez es más fuerte y la decisión de comenzar un viaje de exploración es oportuna, pero el viaje es planeado para un largo recorrido así que lo contenido en la mochila será solamente aquello que en verdad marque la diferencia entre haberlo llevado o no. El sentirse ligero permitirá la resistencia y la capacidad de demostrase a uno mismo la inteligencia para poder adaptarse a cualquier circunstancia; aunque se portará lo mínimo, será lo mismo que marcará la diferencia entre el triunfo o la derrota en la experiencia obtenida. Luz, agua, techo, orientación, calor, seguridad; ¿Qué decisión tan difícil?, ¿Se puede prescindir de alguna de estas cosas y poder sobrevivir?

Es José Luís Zarate quien expresa una experiencia similar en su “Hotel en tránsito” en (zarate.blogspot.com/2008_07_01_archive.html) “Cada mes o algo así, otro lugar. Nuevas habitaciones, números diferentes en las puertas. Las camas de distinta dureza, los mecanismos de cortinas y llaves de agua otros, las proporciones cambiadas y los espejos en los lugares más inesperados. Yo les enseño mi maleta café, vieja y confiable, y les digo que siempre he tenido un hogar. Y viene a mi mente una frase de Renée Green (2006) “He dejado muchos pedazos en muchos sitios. Lo sé. En cierto modo, la idea de hogar es variable. No esta necesariamente relacionada con un lugar.”



Maleta de viajes (Compartir las experiencias…)

A su regreso el ya joven, con la memoria llena de imágenes en movimiento abre su maleta y muestra todo lo recolectado en sus trayectos recorridos; magia, incertidumbre, vergüenza, valentía, nostalgia, dolor, angustia y melancolía y describe las sensaciones experimentadas al explorar nuevas tierras, aspirar nuevos olores, convivir con nuevas almas, abrazar nuevos corazones, escuchar el eco de nuevas culturas y entender que la libertad no es un regalo es un trofeo que se gana con la magia de la honestidad y los destellos de la verdad .
Las imágenes no son objetos o momentos congelados, son sentimientos y sensaciones detenidas en el tiempo que cobran vida cuando la maleta es abierta y la palabra es emitida. La maleta es pesada pues el viaje fue largo, pero la experiencia hace ligera la materia y te sientes flotar. ¿Es verdad que el paraíso se encuentra al otro lado del horizonte? Para llevar mi maleta y regresar con ella llena de nubes de colores. Y estimo en mencionar a Marcel Duchamp quien “se dedicó durante años y años a fabricar sus boite en valise, una especie de museos portátiles similares a una maleta en cuyo interior colocó minuciosas reproducciones de sus obras más importantes. El empeño de Duchamp por elaborar estas reproducciones (una a una, manualmente) le absorbió durante mucho tiempo, y fue también una de sus mayores fuentes de ingresos, ya que las vendía a un buen precio a los coleccionistas que admiraban su obra y que probablemente le creyeron cuando declaró que había abandonado la práctica artística (cosa que afortunadamente era incierta).” Esta información puede ser consultada en: (Rrose Selaby, en: lamaquinariadelanube.blogspot.).


Maleta de batalla (Cuando la madurez nos alcanza…)

Y de niños nos preguntamos, si uno va a la guerra ¿a qué hora come?, ¿tiene tiempo para leer un libro?, ¿sabe qué hora es?, ¿a qué hora va al baño?, ¿le dan ganas de ir al baño?, ¿en donde se baña?, ¿se cambia los calzones?, ¿en dónde los guarda? .Mil y una preguntas nos hacemos acerca de las cosas que realmente son importantes para un humano en situación de guerra. Y en el caso de poder hacer todas estas cosas ¿dónde guarda lo que usa? .Una mochila en la guerra es tan importante como un salvavidas en el mar. Tener dónde guardar abastecimiento es indispensable, sobre todo cuando uno tiene en la mente poder y querer regresar. Resulta extraordinario y es de admiración que por instinto un soldado ocupa su abastecimiento para ayudar al otro, que a su vez es él mismo. Su mochila es del otro y la del otro es suya, porque en la guerra todos son uno. ¿Por qué no podemos ser uno en el amor?. Pero la historia se encarga de aclararnos esas dudas y para los soldados desde antes de la primera guerra mundial “la mochila era muy poco práctica. Estaba hecha de una lona negra no impermeable que necesitaba una continua limpieza. Horas de entrenamiento eran necesarias para enseñar al joven recluta como organizar su mochila sin ayuda, cosa muy difícil. Incluso soldados muy experimentados no acertaban a montarla correctamente en una emergencia y, habiendo solo un tamaño, los soldados de pequeña estatura sufrían rozaduras e incomodidades porque no ajustaban bien en sus espaldas. Las cocinas de campaña eran poco frecuentes por lo que los soldados tenían que llevar encima la comida y los utensilios para cocinarla. Esta carga consistía en galletas, latas de carne en conserva, cubos de lona, recipientes metálicos, utensilios colectivos, bolsas de café, botes de uno o dos litros, sal y azúcar y una cafetera por sección. También cada hombre llevaba una bolsa de lona con la ración del día, una taza y cubiertos.” Para consulta entrar a la página (www.granguerra.crearforo.com/image-est9580.html).


Maleta de los sueños (Arquitectos de las sombras con herramientas de la paz…)

Recuerdo a un joven soldado que después de la fatiga y los lamentos de agonía, toma un descanso y llora, no puede identificar por qué pero llora con desconsuelo y con su amada en la memoria y su retrato en la maleta, toma su guitarra y le canta al viento, a la dicha y a la esperanza; y le suplica a las nubes lleven con ellas el canto de su dolor y le regresen el consuelo de su amor para poder resistir las heridas y las noches frías dentro de los congeladores de sus enemigos, y el consuelo junto con su voz, su vaso y su cepillo de dientes son regresados a su maleta; solo cabe una cosa más y tendrá que echar a la suerte si guarda, entre sus objetos y sus recuerdos más preciados, su rifle o su guitarra. Porque la música que deleita el recuerdo de su amada, esa no cabe en ninguna maleta ni en lo más ancho del universo. ¿Existe quien pueda ser sanado sin el poder curativo de la música y el consuelo de un amor? Así que cuando lo encuentres no olvides en tu maleta guardarlo.

Muchas ocasiones los objetos nos arrojan mas información acerca de una persona de la que no imaginamos o simplemente nos gusta inventar; me parece oportuno mencionar la obra de Sophie Calle quien un día consigue el empleo de camarera de un hotel en Venecia, hizo fotografías de las maletas y los armarios abiertos de los huéspedes y escribió en su blog de notas suposiciones sobre las vidas de las personas ausentes de donde surge la obra L ´Hôtel(1981) con la que menciono una frase suya: “Intento encontrar mis propias soluciones. Es mi terapia personal. El hecho de que sea arte me ofrece protección y me da derecho ha hacer cosas de este tipo.”Sophie Calle (2006).


El bolso de la paciencia (El viaje hacia el interior del cuerpo…)

Bien dicen que la paciencia es la mayor de las virtudes y la amada del soldado triste la tiene que poner en práctica la mayor parte de su vida en espera, porque las promesas, (palabras malditas), son los eslabones que encadenan a la esperanza, mismos que atropellan el orgullo y la dignidad. Mientras espera echa un vistazo al interior de su bolso y se pregunta el motivo por el cual escogió llevar con ella los objetos que carga dentro y cuenta con el tiempo suficiente para meditarlo. Y comienza: …para fotografiar mi rostro cada día que pase en tu espera, …para que en el primer abrazo percibas el aroma que tanto te gusta, …para peinar mis cabellos y puedas ver en ellos el reflejo del sol, para que mis labios se vean de antojo y me robes un beso, …para darme cuenta y aceptar que nunca volverás. El rasgar las propias heridas para lograr reconocer el daño no es una fácil labor sin embargo, valiente es quien se atreve, como bien lo expresa Annette Messager (2006) “Ser artista significa curar continuamente las propias heridas y, simultáneamente, abrirlas de nuevo en el mismo proceso”.

Bolsa indiscreta (Sin perder el glamur…)

Y pienso en lo efímero de la intimidad mientras el comercial anuncia: X-RAY BAG Con la finalidad de viajar con transparencia, Kart Lagerfeld ha diseñado para la firma Chanel este bolso llamado Naked Bag. Cumpliendo con las nuevas normas de seguridad de los aeropuertos, este producto deja ver el interior de una manera elegante. Y pensé a esto yo le llamo “la tiranía de la intimidad”. ¿Qué es lo que aun conservas después de que tu privacidad es absorbida por el monstruo de la mercadotecnia, que te dice que para estar segura tienes que mostrar a todos lo que traes contigo y a su vez mostrar lo que eres y por si fuera poco estarás a la moda. ¿Si ahora nada oculta lo que llevas contigo serías tan honesto en mostrar lo que siempre usas? O mostrar tu intimidad es dar un paso al mundo de las apariencias y por si no fuera suficiente, aparte de perder tu intimidad, pones en juego tu honestidad, pero eso sí, sin perder el glamur.



Bolsas salvavidas (la seguridad ante todo…)

La vida en pareja te brinda cierta seguridad (o así debería ser), el uno confiar, esperar, entregar, contener, depositar, ser feliz y llorar en el otro y viceversa; es la capacidad de dejarse en el otro, pues cuidara de ti y lo hará, pues ha decido compartir contigo su paracaídas en el que ambos han depositado sus sueños, sus planes, sus proyectos, sus deseos, su tiempo, su espacio, su amor, su libertad y su vida entera y de ambos dependerá resguardarlos y mantenerlos a salvo en su bolsa salvavidas. Si durante la aventura del vuelo uno de los dos considera que ya no es bueno compartir, solo recuerde que de soltarse antes de llegar a tierra firme, provocara el daño de ambos. Se trata de no olvidar que tierra firme es el mejor lugar para volver a empezar. O ¿existe algún otro espacio seguro para la honestidad?. Más que el respeto por el otro es permitirle al otro vivir su propia realidad y de ser posible lograr que sea una realidad compartida así como el artista logra ser uno con el arte y culminada la obra vuelve a empezar. Andrea Zittel (2006) “Deseo enseñar a la gente que es posible convertirse en su propio experto, intentar crear sus propios experimentos y comprender el mundo de su propia manera”.



Bolsas de un rey (muerte en soledad…)

Después de un intento fallido por encontrar la felicidad el mundo se hace tan pequeño y se vuelve tan frio que uno siente caminar sobre el hielo y el desierto al mismo tiempo. La soledad es tan inmensa y tan infinita que en el deambular por el mundo uno se siente extranjero en su propia tierra. Su imperio, una banca donde apenas cabe su cuerpo cansado y unas aves reposando y sus tesoros se reducen a unas bolsas de plástico con hoyos tan grandes que se encuentra en constante riesgo de perder absolutamente todo. Lo que los demás no saben es que su tesoro es tan magno que ni el cielo alcanza a cubrirlo. En sus bolsas, contenidos están sus recuerdos, sus añoranzas, su refugio, sus estrellas y su mar, su incierto porvenir y su magia fugaz, su efímera felicidad y su muerte en soledad. ¿Será que todos tenemos alma de reyes dueños de nada y todo?. Resonando el pasaje tan conocido “de las maletas de algunos desdichados que acabaron sus días bajo el terror nazi en el campo de Auschwitz.( “jaolmolaboraldecordoba.blogspot.com/2008/05/...). Asistieron a la mina conocidad como Kaiseroda, dos oficiales del ejército para descender por un ascensor unos 700 metros por la mina. En el lugar, encontraron lo que probablemente sería el depósito más rico del momento: en distintos túneles y cuevas hallaron entre otras cosas: mil millones de marcos en 550 bolsas, 8.527 lingotes de oro, monedas de oro francesas, suizas y de EUA, maletas con diamantes, perlas y otras piedras preciosas robadas a las víctimas de los campos de concentración, incluyendo algunos sacos de coronas dentales de oro. Y al final ni los bienes ni las riquezas nos salvan de nuestro tan desgraciado destino…



Maletas anónimas (La identidad como interpretación…)

El anónimo es siempre el más seguro de su propia identidad, la prudencia su mejor carta de presentación y sus maletas su perfecto escondite; encubre sus pertenencias y muestra su ser enigmático, resguarda sus tesoros y comparte sus expectativas, protege su alma y regala su corazón, ampara su futuro y derrama su pasado, defiende su intimidad y entrega su libertad, abriga sus esperanzas y sacude sus incertidumbres, oculta su rostro y muestra su vida entera. Su mayor anhelo recolectar todos los saberes y deberes del mundo y de todos los tiempos y construir con ellos escaleras en la niebla para que sólo lleguen a ellas los más sabios. Bien representado en el trabaja cinematográfico de Peter Greenaway En la trilogía de “Las Maletas de Tulse Luper (2002)”, Peter Greenaway nos cuenta la historia de un hombre que dedica su vida entera a llenar maletas con objetos con los que intenta representar el mundo. Una maleta llena de juguetes, una maleta llena de piezas de carbón, una maleta llena de muestras de orina… así hasta 92 maletas. ¿Por qué? Tulse Luper es desde niño condenado a sufrir condena. Primero es castigado y encerrado por sus padres, luego es objeto de persecución por una secta religiosa, luego los nazis…se recomienda consultar: (lamaquinariadelanube.blogspot).

De igual manera en la obra del artista Tadeusz, Kantor (1999) El tema del viajero es recurrente en toda su obra.
Una figura sin rostro se inclina para levantar una pesada maleta. Ya lleva otras cargando a la espalda, y viste un abrigo andrajoso hasta las rodillas. Esta imagen simbólica representa el destino del perpetuo viajero, y es en parte autobiográfica.



Maleta parlante (Habla más fuerte que no te escucho estando aquí dentro…)

-No pidas realidades de este amor que no dará para más, haz la maleta y guárdate en ella o te lastimare innecesariamente, me dijo y azotó la puerta…y le obedecí, bendito él y bendita de mi; hice la maleta y me guarde. Me maté en su boca y naci en mí, en el interior de la maleta conocí el mar con su aire de libertad, con sus olas infinitas y sus aves en vuelo, la brisa mojando mi rostro, el sol calentando la arena con la que bailaba mi cuerpo; me sentí hermosa, me sentí linda, me sentí feliz, me sentí, me sentí, me sentí…No era nada cierto, mucho menos algo nuevo, inexplicablemente solo era yo. La maleta se abrió y nuevamente salí y el mar dorado con sus olas azules, las aves carmesí con sus alas escarlata, la brisa tibia con los rayos cristalinos del sol y toneladas livianas de arena salieron conmigo y seguía siendo yo.¿ Acaso el miedo al mar me tenia cegada que no pude darme cuenta tiempo atrás que siempre fui yo?
Mona Hatoum (2006) “Una obra de arte se experimenta primero físicamente. Los significados, las connotaciones y las asociaciones vienen después de la experiencia física inicial”. Si alguien conoció de manera vivencial la experiencia de la migración por cuestiones políticas es Hatoum y esto a principio de “las irreconciliables reivindicaciones territoriales de israelíes y palestinos que hasta la fecha son causa y efecto de la violencia fundamentalista.” Dos maletas unidas por un mechón largo de cabello nos pueden remitir a la desesperación de una mujer por huir dentro de una maleta a cualquier lugar donde pueda estar a salvo de la desgracia de su lugar de origen, aún a costa de la distancia que le alejara de los suyos.


Maleta de partida (Pero la muerte inevitablemente llego…)

Allan Poe y su maleta de monstruos humanos. Publicado por Vanessa Núñez Handal en 7:32 nunezhandal.blogspot.com/
“Es evidente que a Poe le daba pavor ser enterrado vivo, y así lo narra en varios de sus cuentos. En “El entierro prematuro” describe paso a paso lo que él imaginaba podría sentirse al despertarse de un estado cataléptico y descubrirse enterrado: “Puede afirmarse, sin vacilar, que ningún suceso se presta tanto a llevar al colmo de la angustia física y mental como el enterramiento antes de la muerte. Y por eso todos los relatos sobre este tema despiertan un interés profundo, interés que, sin embargo, gracias a la temerosa reverencia hacia este tema, depende justa y específicamente de nuestra creencia en la verdad del asunto narrado.”


No cabe duda que para transmitir horror, hay que haberlo sentido antes en carne propia.
Hace tiempo que me di cuenta que la vida ya no me habla, es el silencio el que se inclina y besa lo que queda de mis pensamientos; la mitad de mí está en exhibición, donde me comen los ojos y me mallugan las pisadas blandas, la otra mitad esta oscilante en el interior de ti, en el interior de mi maleta profunda, donde has sido tú la que se ha comido mis ojos y han sido tus pies los que han asfixiado mis latidos. El arquitecto de mis sombras, el dueño de mis últimos pasos de tango habita dentro de la oscuridad y me descubro ajena al ruido, ajena a mi mente, ajena a ti a ti mi muerte. No lo niego soñaba contigo, de igual manera ¿soñabas tú con mis ojos? Porque tus ojos me mataron una vez y me mataran por siempre…

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